Manga 430: My Hero Academia
El capítulo se inicia retomando una frase que resuena desde el comienzo
de la serie: «La gente no nace igual…». Sin embargo, esta vez se
presenta bajo una luz diferente, en un nuevo contexto.
Nos encontramos con Deku en plena labor, sumido en reflexiones sobre las
lecciones que aprendió a sus 17 años. Se nos ofrecen vislumbres de los
sucesos que han marcado el paso del tiempo.
Ocho años más tarde, una nueva generación de potenciales héroes emerge,
adentrándose en el mundo que nuestros héroes han moldeado para ellos.
Nos percatamos de los desafíos a los que podrían enfrentarse.
Observamos a los variados personajes de la Clase 1-A, ahora jóvenes
adultos, así como a otros personajes significativos que hemos conocido
en el trayecto.
Dai, el niño cuyos destellos habíamos presenciado, ha madurado unos años
y ahora tiene una edad similar a la que Deku tenía al inicio de la
serie.
Deku lleva una vida bastante normal, a pesar de todo lo que ha
atravesado.
Dai, carente de confianza en sí mismo, se cuestiona si será capaz de
convertirse en un héroe. Mientras tanto, Deku observa y toma nota de lo
que ve: son escenas que le resultan familiares.
«Una vez que has alcanzado tus sueños, es hora de transmitirlos…».
Deku le transmite a Dai las mismas palabras que alguien le dijo a él en
su momento.
Deku se aleja con una sonrisa, mientras la narración cierra la historia
de cómo todos ellos se convirtieron en los héroes más grandes.
Posteriormente, vemos la aparición de un antiguo mentor y también a
Bakugo, quienes están preparados para sorprender a Deku con un regalo y
una invitación.
Así, la historia avanza hacia sus últimas páginas, con rostros
familiares.
Deku se encuentra en el aire, como un héroe entre sus camaradas, y
siente que Shigaraki le observa y mira hacia atrás.
Mientras vemos a los héroes conocidos en el aire, la historia de
extender la mano a los demás perdura eternamente.